PARÍS (Reuters) - Andy Murray echará mano de su experiencia como campeón de grand slam y Ernests Gulbis confiará en su "dieta poco sana llena de ketchup" en su intento por evitar una final entre Rafa Nadal y Novak Djokovic en París.
La última vez que Murray se enfrentó al ocho veces campeón de Roland Garros Nadal, en las semifinales de 2011, el británico seguía siendo uno de los muchos tenistas de segunda línea del circuito.
Desde entonces, sin embargo, el escocés ha conseguir el Abierto de Estados Unidos y el pasado julio llevó a los 60 millones de británicos al delirio al ganar Wimbledon.
"Obviamente ahora ya se cómo ganar estos torneos, así que espero que esto me de un poco más de confianza y fe cuando salga a la pista el viernes", dijo el séptimo cabeza de serie de París, que no ha vuelto a ganar un torneo desde aquel día surrealista de julio en el suroeste de Londres.
"Daré el 100 por 100 de lo que tengo el viernes y veremos qué pasa".
Incluso esto podría no ser suficiente contra un hombre que odia irse de Roland Garros sin la compañía de la Copa de los Mosqueteros.
Cuando Robin Soderling diseñó su plan para derrotar a Nadal en el torneo de 2009, alguien debió haberle dicho que debía registrar los planes y venderlos en el mercado.
Si lo hubiera hecho, el sueco habría tenido un éxito de ventas en sus manos pero en su lugar, más de cinco años después, sigue siendo sorprendentemente el único hombre que ha derrotado al mallorquín en su torneo preferido.
Aunque la mayoría de los expertos no están convencidos de que Murray tenga la potencia suficiente para evitar que Nadal amplíe su récord de victorias y derrotas en el Abierto de Francia a 65-1 el viernes, el número uno del mundo se negó a descartar las opciones del británico.
GRAN RETO
"Es un candidato a ganar Roland Garros. Será un gran partido y gran reto para mí", dijo Nadal, de 28 años y que ha ganado en 14 de sus 19 enfrentamientos, ante una audiencia incrédula.
El único hombre que se considera que tiene la resistencia, la fe y las armas para derribar por fin a Nadal de su elevado pedestal es Djokovic.
Sin embargo, el serbio tendrá que mostrarle antes a su amigo de la infancia y amante del ketchup Gulbis que un estilo de vida poco disciplinado no le llevará a tener éxito en el tenis.
Los dos se graduaron en la academia de tenis de Niki Pilic pero mientras que Djokovic siempre fue un estudiante diligente, Gulbis estaba más por disfrutar las cosas buenas de la vida - lo que explica por qué el número dos del mundo tiene seis títulos de grand slam y el letón ninguno.
"Siempre fue alguien muy entusiasta con todo en la vida, se podía ver que quería disfrutar de ella con los brazos abiertos", sonrió Djokovic recordando sus años de adolescente.
"No estaba realmente comprometido con el trabajo duro. Pero ahora eso está cambiando. (En las dos últimas rondas) ha ganado a Roger (Federer) y Tomas (Berdych)".
"Juega realmente bien. Tiene un gran servicio que si mantiene puede darle una gran ventaja sobre su rival", añadió Djokovic.
A Gulbis le ha costado 27 intentos llegar a semifinales de un grand slam pero en caso de que los aficionados piensen que ha renunciado a la vida de 'playboy', se apresura a señalar que está solo en espera.
"Necesito demostrarme a mí mismo que puedo ser lo mejor que pueda ser en el tenis y luego tendré la mente clara para cuando tenga 35 años y me siente en una playa con una... ", dijo el tenista de 25 años fingiendo beber un sorbo de una copa de champán imaginaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario