El Granada, espoleado por un estadio animoso y abarrotado, impuso desde el inicio una fuerte presión arriba que, unida a la velocidad de Dani Benítez a la contra, hizo que el VCF tardara unos minutos en asentarse sobre el muy irregular césped del Nuevo Los Cármenes. La primera ocasión para los de Unai tuvo que esperar al minuto veinte, en un forzado remate de cabeza de Soldado a centro de Topal. En la jugada siguiente, el delantero valenciano tuvo el 0-1 en un mano a mano con Julio César que salvó el meta del club andaluz. Sin embargo, faltaba fluidez en el centro del campo y el doble pivote Tino-Topal no acababa de dar al equipo la pausa necesaria para conectar con las bandas y los hombres de ataque para aprovechar lo adelantado de la defensa andaluza. De hecho, en cuanto Jonas, muy pendiente de ayudar a la medular, logró bajar un balón y mandarlo a la espalda de la zaga granadina, Feghouli logró aprovechar para, tras un excelente recorte, batir por bajo a Julio César. Con la ventaja en el marcador, el Valencia ganó también en confianza y la presión a la medular andaluza se tornó más eficaz. Ante la avanzada zaga de un Granada que necesitaba avanzar líneas y arriesgar, solo faltaba un poco más de precisión en la transición de ataque para sentenciar el partido.
