MADRID (Reuters) - El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz admitió a trámite el miércoles la querella contra el presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, por un presunto delito de apropiación indebida en la contratación del jugador brasileño Neymar.
"Todo lo anteriormente indicado conduce a estimar a priori como verosímil la calificación de los hechos relatados en la querella (...) como constitutivos de un posible delito de apropiación indebida del art. 252 del Código Penal, en su modalidad de distracción", dijo el juez en un auto, si bien la instrucción podría cambiar la tipificación del delito.
No obstante, los detalles del contrato están envueltos en misterio y un socio del club, Jordi Cases, tras no recibir información del Barcelona, presentó una querella cuya admisión a trámite fue refrendada por el fiscal, que este mes pidió investigar el pago de 40 millones de euros a una compañía supuestamente propiedad del padre del futbolista.
Finalmente, Ruz ha seguido el criterio del fiscal y además ha solicitado información a la FIFA, a Neymar, al Santos brasileño y al Barcelona, así como la declaración de los peritos de Deloitte, la empresa que elaboró dos auditorías sobre las cuentas del club catalán.
De momento, el magistrado no ha llamado a declarar a Rosell, que niega irregularidades y se ha ofrecido a testificar ante el juez, para no tener que revelar públicamente cláusulas de confidencialidad que otras personas le han pedido firmar.
"SIMULACIÓN DE CONTRATO"
La Fiscalía explica que el Barcelona llegó en 2011 a un acuerdo con N&N, una compañía propiedad supuestamente del padre de Neymar, que dio al club catalán el derecho a comprar "los derechos federativos y económicos" del futbolista en 2014, por los que el Barça adelantó 10 millones de euros en concepto de "contrato de préstamo".
El precio por el jugador quedó establecido en 40 millones pero si cualquiera de las partes rompía el acuerdo entonces tendrían que pagar esa misma suma como "cláusula de penalización", que es lo que sucedió porque el Barcelona lo compró un año antes, en junio de 2013.
El club catalán, N&N y Neymar anularon el contrato anterior una vez completado el pago de los derechos federativos al anterior club del futbolista, el Santos; el Barça reconoció que había incumplido el contrato y que tenía que abonar los 40 millones y firmaron el contrato del delantero.
La Audiencia dice que pudo haberse "mutado" un contrato en el que se transferían los derechos federativos del jugador de N&N al Barcelona en una cláusula de penalización del mismo.
Además, los 10 millones abonados como "préstamo" en 2011 sería en realidad una garantía del futuro contrato, según un análisis de la documentación presentada.
"Cuestiones ambas que podrían apuntar a una simulación contractual presuntamente llevada a cabo entre las partes firmantes de los acuerdos, que pudiera evidenciar una falta de correspondencia entre la causa y finalidad real de los compromisos y obligaciones económicas en aquéllos documentados con el título nominal y apariencia formal de los contratos suscritos", dijo el auto.
En las cuentas del Barcelona de 2012, aparecen reflejados los 10 millones como "inmovilizado intangible deportivo", pero en las de 2013 en el mismo apartado no aparece la penalización por haber formalizado el contrato un año antes de lo previsto.
Sólo aparece reflejado el hecho de que el club fichó a Neymar sin especificar la cantidad, y las cuentas tampoco revelan el montante transferido al Santos por adquirir los derechos federativos del jugador antes de que expirase su relación contractual.
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