El club turco Fenerbahce, que fue vetado del fútbol europeo por dos años por amaños de partidos domésticos, ya ha sido readmitido en la competición mientras espera el resultado de una apelación en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Si el Metalist sigue un camino similar, la UEFA podría tener una pesadilla logística.
La decisión del comité de apelaciones de la UEFA de echar a al club ucraniano llega 10 días después de que el Metalist perdiese una apelación ante el TAS por un caso de amaño de partidos que data de 2008.
Juntos, los dos casos han creado un desconcertante número de posibles escenarios que la UEFA tiene que tener en cuenta.
El Fenerbahce ya ha vencido al equipo austriaco Salzburgo y se enfrentará al Arsenal en la eliminatoria final este mes cuyo vencedor tendrá plaza en los grupos del inicio de la competición.
El TAS ha dicho que tomará una decisión definitiva sobre el caso del Fenerbahce "para el 28 de agosto", el día después de la vuelta de la eliminatoria.
Eso abre la posibilidad de que el Fenerbahce se clasifique, tras haber eliminado al Arsenal y el Salzburgo, sólo para después quedar eliminado.
La UEFA puede simplemente dar la plaza del Fenerbahce al Arsenal, pero es casi seguro que eso enfurecerá a los austriacos y a sus propietarios Red Bull, que han intentado en vano entrar en la competición de élite del fútbol europeo desde que tomaron el control en 2005.
Por otro lado, no hay fechas disponibles en el calendario internacional para sacar un encuentro de ida y vuelta entre el Salzburgo y el Arsenal, que sería la otra opción.
El Metalist se iba a enfrentar al Schalke 04 en la eliminatoria, pero el comité de emergencias de la UEFA decidió el miércoles que su plaza se daría al PAOK, el equipo griego al que venció en la ronda previa.
La UEFA no contempló la posibilidad de que el Metalist pueda apelar al TAS y ser readmitido mientras hay una decisión definitiva, como el Fenerbahce, posiblemente antes del encuentro con el Schalke.
El Metalist también podría ser readmitido por el TAS, pero entonces existe la posibilidad de que la decisión final pueda llegar tras algunos partidos ya jugados.
Hace dos años, la UEFA se vio forzada a redactar varios planes de contingencia para reorganizar la Europa League después de que el club suizo Sion reclamase legalmente su expulsión de la competición.
Entre estas normas estaba aumentar en uno los equipos de los grupos a cinco desde cuatro para dar cabida al Sion y jugar encuentros adicionales en el parón invernal.
El Sion perdió su caso y la UEFA se evitó un gran dolor de cabeza.
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