El duelo de ayer en Mestalla estaba marcado por los banquillos. Dos entrenadores, Mauricio Pellegrino y Marcelo Bielsa, que han generado gran expectación en sus clubes y entre sus aficiones, pero cuyos proyectos no acaban de arrancar en este inicio de temporada. En el caso del 'Loco', se trata de su segunda temporada en el Athletic, pero todo el ruido generado alrededor del entorno bilbaíno está eclipsando su gran campaña de la temporada pasada. Si hablamos del técnico del Valencia, éste llegó como apuesta del presidente Manuel Llorente, lo que le convierte en un privilegiado, pero los malos resultados de los primeros partidos, tanto en Liga como en Champions, han sembrado las dudas entre los aficionados che, que no han dudado en hacérselo saber.
Bielsa ganó la partida durante buena parte del duelo, no obstante su equipo estuvo por delante en el marcador durante muchos minutos, pero la expulsión de Ander Herrera marcó el devenir del encuentro. Dos goles de Tino Costa y Valdez en las postrimerías del partido dieron al traste con el trabajo de los vascos.
Respira
el Valencia y lo hace también su técnico, que debió pensar en la que se
le venía encima en caso de victoria visitante en el día de ayer. Y es
que Mestalla pitó durante algunos minutos el juego del equipo y el trabajo del técnico argentino.
Al final, como siempre en el mundo del fútbol, los resultados mandan y
una victoria, sea como sea, logra silenciar cualquier tipo de rebelión
en la grada. Eso sí, la mecha está encendida y Pellegrino tiene que
mejorar mucho en su equipo si quiere recobrar el cariño de la difícil
grada del feudo valencianista. No le resultará sencillo.
Y Llorente, sin jugar
En el bando bilbaíno, Marcelo Bielsa volvió a sacrificar una vez más a Fernando Llorente. El argentino apostó una vez más por Aduriz,
y le salió bien. El guipuzcoano anotó los dos goles de su equipo y
cuajó una excelente actuación. Ahora bien, no deja de ser significativo
que el delantero internacional no disputara ni un solo minuto. Es
cierto que la expulsión de Herrera no facilitó la entrada en el campo
del riojano, pero ahí queda, Llorente se fue en blanco de la capital del
Turia.
Éste y otros temas deben ser atajados por el 'Loco' si quiere que las aguas vuelvan definitivamente a su cauce y
que el Athletic vuelva a la senda de los buenos resultados y el buen
juego que mostró la campaña pasada. Mientras siga habiendo heridas
abiertas, al equipo se le hará muy difícil el despegue hacia las
posiciones europeas que el club de Ibaigane desea.
Fuente: El Confidencial
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