Se ha cumplido el objetivo y el Athletic Club ha logrado lo que había venido a buscar, colarse en las semifinales de la Copa, y lo ha obtenido, o mejor dicho ratificado, mediante un partido discreto en Palma, de nuevo, aunque positivamente condicionado por la buena actuación anterior en San Mamés que encarriló la eliminatoria.
En la primera mitad los rojiblancos han controlado perfectamente la contienda y aunque en la segunda han pasado más agobios, en parte a una inusual descolocación en el campo, el autogol de Ramis en el minuto 76 ha finiquitado con cierta antelación lo que se daba.
El Mallorca no ha podido ni siquiera empezar el partido con una salida arrolladora que nos hiciera dudar. En cambio, con tranquilidad, pero poca profundidad, era nuestro equipo el encargado de administrar el cuero para desesperación de los pocos asistentes. En este período un disparo fuera de Tissone en el minuto 20 tras un amago de melé en el área visitante y un chut de Hemed con la zurda, desviado, en el 30 han sido el bagaje ofensivo local.
No era necesario volcarse a por el partido y los fenómenos paranormales como el sucedido en la anterior eliminatoria contra el Real Sociedad no se dan todos los días. De hecho la derrota les ha llegado por la misma vía que la que utilizaban en el cartel anunciador del partido, despiste o negligencia del portero. Y aunque merced a su control el Athletic tampoco ha derrochado llegadas, pero las que ha tenido han entrañado muchísimas más dosis de peligro para el rival. La opción más clara la ha tenido Muniain en el minuto 21 cuando, en posición algo forzada, ha rematado con la derecha tras un fallo clamoroso de Chico, pero Calatayud ha reaccionado bien.
Diez minutos después De Marcos ha rematado fuera con la nariz un buen centro de Susaeta poco antes de que Muniain haya sufrido un golpe en la cadera izquierda que le ha obligado a dejar su puesto a Toquero. El recién entrado se ha colocado en la banda derecha y Susaeta en la opuesta. El contratiempo no ha sido óbice, ni cortapisa, para que nuestro equipo gozara de un par de opciones más. La primera un chut de Herrera en el minuto 39, repelido por Calatayud, y un cabezazo fuera de Llorente, similar a otro anterior de Amorebieta tras sendas salidas en falso del cancerbero mallorquinista.
Sin más cambios, la segunda mitad no ha traído muchas ocasiones de peligro que llevar al twitter, pero sí una sensación latente tras dar el Mallorca un paso adelante y estar extrañamente desubicados nuestros jugadores durante varias fases del choque. Con todo, la mejor ocasión que han tenido los bermellones para entrar en la eliminatoria ha llegado al de poco de comenzar tras un zurdazo raso de Pereira atrapado por Iraizoz. El resto de agobios han venido vía petición de pena máxima o algún balón rechazado por las inmediaciones.
Antes de la hora de juego Caparrós ha dado entrada a Víctor en lugar de Álvaro, mientras Bielsa reemplazaba al recién tarjeteado Herrera por Iñigo Pérez. Pese a un cabezazo forzado de Llorente en el 65, detenido sin problemas por Calatayud, al Athletic le costaba progresar y mantener el balón. Más madera, Chory Castro ha suplido a Cendrós y el Mallorca se ha colocado con tres centrales mientras Castro y Pereira permutaban sus bandas de vez en cuando. En nuestro lado Aurtenetxe ha pasado a colocarse como tercer zaguero y las alas quedaban para Iraola y De Marcos. Sin más sustos que un chut fuera de Víctor en el 75 y un par de centros pasados, poco después la suerte ha certificado los pronósticos.
Un balón cedido por Ramis y la mala jugada del césped, como si habría sido afectado por un topo, de los de verdad, ha propiciado que el balón le botara excesivamente alto o a desmano a Calatayud y el 0-1 dejaba todo visto para sentencia.
Mientras los centenares de aficionados del Athletic Club celebraban el tanto casi más que los jugadores, buena parte de los hinchas locales se dirigía raudo a ver el partido que ofrecían posteriormente por tv y se perdían un zurdazo alto de Hemed en el 77 o un cabezazo fuera de Hemed en el 81. San José ha suplido a Llorente y Chico no ha terminado el partido tras ver cartulina roja por su entrada a Susaeta. Y así ha finalizado un partido con poco que contar y bastante que celebrar.
Y es que el Athletic Club ya está en semifinales y el sueño copero sigue vigente, y por el momento los rojiblancos no saben lo que es encajar un gol. Y que dure. Por eso, para los aguafiestas vocacionales, recordar que si eliminamos al Albacete fue porque éste dejó fuera al Atlético de Madrid y que si hay que jugarse el paso a la final con un equipo de Segunda B, el mérito con mayúsculas es exclusivamente suyo tras apear a Racing, Villarreal y Espanyol, no demérito del resto. Sin embargo, antes de visitar Anduva, tenemos la Liga esperando en Vallecas.
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