"En los primeros 70 kilómetros, mis compañeros de equipo han trabajado mucho para controlar a los atacantes. Después, cuando hemos empezado la ascensión al Port de Balès, Movistar ha empezado a rodar y he seguido muy de cerca a Valverde, que es el rival más peligroso, el más capaz de ir rápido en la bajada", dijo.
"Arriba, cuando Pinot ha acelerado, estaba buscando un bidón de azúcar. No hay que subestimar a Pinot, ni a ningún otro corredor. Eso lo aprendí bien en la Vuelta el año pasado. Cuando Pinot atacó hice todo lo posible para alcanzarle lo antes posible y así logré una ventaja sobre Valverde", resumió el italiano.
Además, Nibali explicó que --en ese momento-- se quedó "sin compañeros". "¡Pero han trabajado mucho desde que me hice con el maillot amarillo en la segunda etapa! Tampoco me preocupo mucho porque no veo a más compañeros en otras formaciones. Al final la carrera ha quedado dinamitada", dijo.
"Mañana será muy diferente. Tan solo 120 kilómetros, así que va a ser mucho más intenso. Va a ser difícil, pero tenemos previsto ir abordando la carrera día a día. Hemos trabajado bien hasta aquí y vamos a intentar defender el maillot de la misma forma en los próximos días", finalizó.
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