MADRID (Reuters) - La breve aparición del Atlético de Madrid en lo alto de la tabla de la Liga, su primera vez desde 1996, acabó el sábado cuando perdieron 2-0 contra el recién ascendido Almería.
Era la segunda derrota consecutiva para el equipo de Diego Simeone después del contundente 3-0 en el estadio del Real Madrid en la ida de las semifinales de la Copa del Rey y el Madrid, que ganó el sábado al Villareal 4-2, superó al Atlético en la clasificación por un gol de diferencia antes del partido del Barcelona en casa del Sevilla el domingo.
Aunque es muy pronto para sugerir que la temporada del Atlético está a punto de ponerse en riesgo, el revés del sábado provocó un llamamiento a la unidad y al trabajo duro del capitán Gabi.
Simeone tiene menos fuerza en la profundidad de su equipo que sus adinerados rivales Madrid y Barça, lo que ha provocado dudas sobre si el segundo equipo de Madrid puede competir eficazmente en tres competiciones y lidiar con el extenuante calendario.
También están entre los 16 clasificados que quedan en Liga de Campeones y jugarán la primera eliminatoria contra el AC Milan el 19 de febrero. Además, aumentaron las malas noticias para Simeone porque el centrocampista portugués Tiago acabó con una lesión de tobillo.
"El equipo está fastidiado, pero hay que levantar la cabeza, trabajar más fuerte si cabe para quitar cuanto antes esta mala racha de dos partidos perdidos", dijo Gabi a los periodistas.
"Vamos a ver el poder de superación que tiene este equipo", añadió.
"Ahora tenemos que estar unidos más que nunca. Hemos estado en posiciones privilegiadas (en la tabla) y tenemos la suerte de seguir estando", dijo.
La intención del Atlético de defender su corona en la Copa -ganaron al Real Madrid en la final de la temporada pasada- parece haberse acabado después de la fuerte derrota en el partido de ida, pero un temprano gol cuando reciban al Madrid en la vuelta el martes podría darles opciones de una poco probable remontada.
Tendrán que mostrar más creatividad que en el partido en Almería, cuando todo su ataque se redujo a disparos especulativos.
También sufrieron la expulsión del portero Daniel Aranzubia, que sustituía al lesionado Thibaut Courtois, por derribar a Jonathan Zongo en el área de penalti cuando faltaban cuatro minutos para el final.
Simeone, que jugaba en el Atlético cuando ganaron el doblete de Liga y Copa del Rey en 1996, repitió el llamamiento al trabajo duro.
"No buscamos excusas", dijo el antiguo centrocampista argentino en una rueda de prensa.
"No nos agarramos a los árbitros, ni al viento, ni a la pelota… Se perdió, el rival hizo un gran trabajo y le felicitamos por ello", dijo.
"La única manera que conocemos de seguir por esta línea es trabajando, y eso haremos", añadió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario