BARCELONA (Reuters) - El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, se ha ofrecido a testificar ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que está investigando una demanda legal presentada por un socio del club sobre el fichaje del delantero brasileño Neymar.
Neymar fue presentado el pasado verano como el fichaje estrella del actual campeón de Liga, que se impuso al Real Madrid en su lucha por arrebatárselo al Santos, y el club dijo que el fichaje costó 57,1 millones de euros.
Rosell niega irregularidades y el club reaccionó airadamente después de que la fiscalía pidiese la apertura de un procedimiento por posible malversación de fondos.
El Barça dijo que el fichaje de Neymar fue "complejo" y un ejemplo de "ingeniería empresarial" y que actuaría contundentemente para defender el honor de la entidad y de su presidente.
"Anticipando que me van a preguntar sobre esto, me gustaría aclarar dos cosas", dijo Rosell el lunes en una rueda de prensa en la que se presentaron los planes de remodelación del estadio.
"La primera es la reafirmación de que Neymar ha costado 57,1 millones de euros y punto. Lo digo por enésima vez y es suficiente".
"La segunda es una petición, con mucho respeto le pediría al juez que acepte a trámite la querella y me cite a declarar de inmediato para explicar todo lo que quiera saber".
"No hay nada que tapar, todo es legal e impecable. Cualquier cláusula de confidencialidad en este club está porque lo pide la otra parte", añadió Rosell.
El diario El Mundo publicó el lunes que había tenido acceso a documentos judiciales que mostraban que Neymar costó un total de 95 millones de euros incluyendo varias comisiones y honorarios abonados a la familia del jugador.
Esto convertiría al brasileño en el segundo fichaje más caro de la historia, después de que el Real Madrid pagase al Tottenham Hotspur 100 millones de euros por el galés Gareth Bale también el pasado verano.
En una entrevista con el diario deportivo catalán Sport la semana pasada, Neymar dijo que creía que no había nada ilegal en su fichaje.
"Sé que se ha hablado mucho sobre mi contrato. He hablado (con mi padre) para ver de lo que están hablando exactamente. Mi padre fue quien firmó los contratos y es alguien en quien tengo total confianza", dijo el futbolista de 21 años.
"No hay nada ilegal. Si alguien tiene alguna duda deberían preguntarle a mi padre porque yo estoy concentrado en mi trabajo que es jugar al fútbol".
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