MELBOURNE (Reuters) - El campeonato de MotoGP está al alcance del debutante Marc Márquez en el Gran Premio de Australia el domingo, pero Jorge Lorenzo está decidido a poner a su compatriota en su lugar al menos hasta la próxima carrera.
La victoria del piloto de Honda en el circuito de Phillip Island, situado al lado del mar, junto con cualquier resultado excepto un segundo puesto de Lorenzo convertirá al piloto de 20 años en el campeón del mundo más joven de la historia a falta de dos carreras para acabar el Mundial.
Lorenzo, actual campeón, confía en sus posibilidades en un circuito estimulante donde el piloto de Yamaha ha sido rapido, aunque no ha ganado, en cinco participaciones.
El bicampeón del mundo Casey Stoner ensombreció al resto de participantes con seis victorias consecutivas en el gran premio de su país, pero Lorenzo fue el que más cerca estuvo el año pasado y 2010.
Su segundo puesto el año pasado fue suficiente para asegurarle el Mundial de MotoGP, y con la retirada de Stoner, el mallorquín podría haber pensado que se encontraba al borde de un periodo sostenido de dominio.
Pero el impacto de la temporada de debut de Márquez ha despertado comparaciones con la llegada de la leyenda italiana Valentino Rossi hace más de una década.
Pese al aumento de la tensión hacia el final de temporada, Márquez ha mostrado nervios de acero, y asestó un golpe psicológico a Lorenzo cuando le adelantó a falta de 11 vueltas para el final de la prueba en Sepang la semana pasada.
Contento con llevarse los puntos, Márquez se conformó con finalizar segundo y permitir que su compañero de equipo Dani Pedrosa ganara en Malasia, preparando lo que podría ser una batalla decisiva con Lorenzo en Down Under.
Un desafiante Lorenzo dijo esta semana que lucharía por el titulo hasta el final y dio un aviso el viernes al encabezar los entrenamientos libres, mientras Márquez y Pedrosa tenían problemas bajo el brillante sol de Phillip Island.
No hay comentarios:
Publicar un comentario