El Real Madrid afrontaba el último partido de 2012 en el estadio Santiago Bernabéu. Lo hacía encadenando un año invicto en Liga ante los suyos y con la intención de sumar su tercera victoria consecutiva en el campeonato durante el mes de diciembre. Coentrão, recuperado de sus dolencias, volvía al once, mientras que Benzema fue baja tras el golpe que sufrió el pasado miércoles en Balaídos. Cristiano Ronaldo actuó como futbolista más adelantado y el propio jugador portugués fue el primero en disparar a puerta. Su remate desde la frontal del área a los tres minutos se marchó desviado.
Fue sólo el primer aviso. El segundo llegaría un minuto después. Cristiano Ronaldo cede a Modric, que se orienta el balón con el pecho y remata de volea. En apenas cinco minutos, los blancos ya habían disfrutado de dos ocasiones de gol. El encuentro era un monólogo del conjunto local. El Real Madrid dominaba y elaboraba las jugadas con paciencia ante un rival que defendía muy juntito cerca de su área esperando que pasasen los minutos e intentando salir a la contra. Los blancos seguían centrados en adelantarse en el marcador y cerca estuvieron de hacerlo tres minutos antes de que se cumpliese la media hora de juego. Modric dispara desde la frontal y, cuando ya había superado a Kiko Casilla, se encuentra con el palo.
El Madrid estrechaba cada más el cerco y cuando parecía que el tanto no tardaría en llegar se adelantó el Espanyol en su primer disparo entre los tres palos. Verdú asiste y Sergio García, que gana en velocidad a la pareja de centrales del conjunto blanco, supera a Casillas a los 31’. Tocaba remontar por segundo partido de Liga consecutivo, pero los madridistas ya demostraron en Valladolid que no les asusta esta situación. Nueve minutos más tarde estuvieron cerca de igualar la contienda en una jugada que comenzó Özil con una magistral asistencia y continuó Ronaldo, que no pudo batir al portero visitante en un mano a mano algo escorado. Todo hacía prever que los balncos se marcharían al descanso por debajo en el marcador, pero la ambición de Ronaldo es la mejor arma para superar cualquier obstáculo. Centro de Khedira con rosca y el portugués aparece en el segundo palo y remata con la plantilla de su pie derecho. Fenomenal recurso para igualar el choque en el tiempo añadido del primer acto y marcar en un minuto psicológico.
La injusticia se cebó con el equipo a dos minutos para la conclusión del choque Mourinho, consciente del abrumador dominio del esférico que tenía su equipo, intentó hacer más largo el campo y apostó por dar entrada a Di María en detrimento de Modric. La salida del argentino fue un acierto del portugués y su verticalidad resultó clave para que su equipo se adelantara en el marcador. Sólo necesitaron tres minutos para hacerlo. Cristiano Ronaldo controla en el pico del área, observa la subida de Coentrão y cede el esférico a su compatriota, que controla con la izquierda y sorprende a Casilla rematando con la derecha. 2-1 y primer gol del luso con el Real Madrid.
No se conformaban los locales, que habían incrementado velocidad a todas sus acciones de ataque. En los diez primeros minutos de juego de esta segunda mitad no sólo habían marcado sino que habían dispuesto de dos claras ocasiones más de volver a batir al cancerbero visitante. Fue Arbeloa quien tuvo la primera después de un pase atrás de Callejón, que se escoró mucho. El disparo del lateral derecho blanco tuvo una inmejorable respuesta en la reacción de Casilla a los 50’. Cuatro minutos más tarde volvió a lucirse el jugador criado en ‘La Fábrica’. Gran remate de Di María desde la frontal y espectacular estirada del portero del Espanyol, que toca lo justo el balón para que éste se estrelle en el larguero.
El conjunto catalán se veía superado y, lejos de adelantar líneas para tratar de dar la vuelta a la situación adversa que vivía sobre el césped, sólo podía replegarse e intentar sacudirse la presión. Las ocasiones se sucedían y Özil, de tiro cruzado a los 72’, no encontró portería. Sí lo hizo Morata, que sustituyó a Callejón un minuto después, en el primer balón que tocó. Asistencia de Özil y remate de cabeza del canterano blanco que Héctor Moreno evita que llegue a la red sobre la línea de gol. La afición estaba disfrutando de una buena segunda parte y si los blancos no veían puerta en más ocasiones fue por la gran labor de Casilla. La mala suerte se cebó con el conjunto madridista y a falta de dos minutos para que se llegase al 90 Albín empató después de una concatenación de rechaces. Injusto empate para los blancos y demasiado premio para el Espanyol.
Fuente:Real Madrid CF
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