Un gol de Joaquín en la segunda mitad mantiene el pleno de victorias de un equipo que pone pie y medio en octavos de final.
El Málaga CF volvió a mostrar su mejor cara en la UEFA Champions League y derrotó al AC Milan por 1-0 en el Grupo C. Una gran segunda parte del equipo andaluz se vio refrendada con el gol de Joaquín Sánchez, un tanto que acerca mucho el sueño de los octavos de final para el club del sur de España.
Llegaban los dos equipos en situaciones muy dispares a esta tercera jornada de la fase de grupos de la Champions. El Málaga lo hacia como líder de la sección y tercero en la Liga tras un inicio fulgurante en ambas competiciones y la situación del Milan distaba años luz de la de los andaluces. Tras vender a dos de sus grandes estrellas en verano al Paris Saint-Germain FC (Zlatan Ibrahimović y Thiago Silva), el equipo lombardo marcha 15º en la Serie A tras cosechar cinco derrotas en las ocho primeras jornadas y algo más desahogado en Champions, donde sumaba antes del choque cuatro puntos en dos partidos.
Gris estuvo el cielo durante todo el día en la capital de la Costa del Sol y un poco gris fue el inicio de partido del conjunto local, que salió sin la chispa de otros días. Sin Nacho Monreal ni Jérémy Toulalan, ambos lesionados, Manuel Pellegrini dispuso a su equipo de forma similar a la del pasado fin de semana ante el Real Valladolid CF. Eliseu ocupó el lateral izquierdo y Manuel Iturra ocupó el puesto de Recio en el centro del campo. Por su parte, el Milan saltó al campo con un par de sorpresas. Ni Kevin-Prince Boateng ni Cristián Zapata se vistieron de corto, y finalmente jugó Giampaolo Pazzini en punta de ataque, esperando su oportunidad en el banco tanto Alexandre Pato como Bojan Krkić.
El primer disparo a puerta fue obra de Riccardo Montolivo, que probó suerte desde fuera del área en el minuto 6. La estrategia del Milan era mucho más ofensiva de lo esperado, con Mattia De Sciglio jugando casi de extremo en la banda derecha, y con los de Allegri intentando acabar las jugadas en fase ofensiva con cuatro y cinco hombres en el área o sus cercanías. Hasta el cuarto de hora no apareció Joaquín Sánchez, y la entrada en juego del gaditano dinamizó al Málaga.
La llamada del de El Puerto de Santa María fue recibida por Isco, que pasó los primeros 20 minutos desapercibido pero que a partir de ese momento se convirtió en la principal preocupación de un Milan que apenas lograba superar la raya del centro del campo. Sobre la media hora apareció la lluvia y con el agua ganó fluidez de nuevo el equipo italiano. Tanta que a punto estuvo Stephan El Shaarawy de adelantar a los suyos a la media hora después de un buen centro de Urby Emanuelson.
La respuesta local fueron dos disparos de Isco. El primero desde la frontal apunto estuvo de superar a Marco Amelia y el segundo un zapatazo raso que el portero italiano tuvo que sacar a córner. Y con la animación de estas dos ocasiones llegó el penalti de Kevin Constant sobre Jesús Gámez. Joaquín tuvo en sus botas mandar al Málaga con ventaja al descanso pero volvió a fallar desde los once metros, algo que ya le pasó el pasado fin de semana ante el Valladolid.
En la segunda parte salió más enchufado el Málaga. Gámez percutía bien por su banda y Joaquín aparecía creando peligro entre líneas. El Milan contestaba tímidamente enviando balones a Emanuelson, que hizo un par de buenas diagonales desde la banda derecha en los primeros minutos de la reanudación.
Isco seguía a lo suyo. Desborde y pases en profundidad peligrosos, su recital habitual aunque sin la contundencia en la definición de otros días. Con él llegaron los mejores minutos de juego del Málaga y en una jugada interminable de toque, el chileno Iturra fabricó un pase de fantasía que, esta vez sí, aprovechó Joaquín para resarcirse del penalti errado y adelantar a los de Pellegrini.
Apenas un par de minutos después Eliseu estuvo cerca de hacer el segundo con uno de sus ya clásicos cañonazos. El Málaga había sacado totalmente del partido al Milan, que reaccionó dando entrada a Alexandre Pato en lugar de Constant. Con el brasileño los italianos ganaron presencia ofensiva y el Málaga pasó algunos apuros especialmente a balón parado.
En la recta final del choque el Málaga optó por anestesiar un poco el partido. No le interesaba un correcalles y empezó a tocar el balón con paciencia y sin riesgos. Sin embargo, El Shaarawy tuvo una buena ocasión para empatar al borde del final, pero apareció el siempre atento Willy Caballero. Con esta victoria el Málaga mantiene el pleno de victorias y pone un pie en los octavos de final tras el triunfo del FC Zenit St. Petersburg ante el RSC Anderlecht.
No hay comentarios:
Publicar un comentario