El preparador luso abandona el cargo dejando al equipo en el noveno puesto en Liga tras haber sumado 19 de los 39 en juego, está a cinco de distancia de la cuarta plaza, además de estar al borde de la eliminación en la Liga de Campeones donde, a falta de una jornada para acabar la primera fase, no depende de sí mismo para acceder a los octavos de final.
Una situación que no hace más que confirmar la inestabilidad que se ha instalado en el banquillo valencianista desde la marcha de Unai Emery en 2012 tras haber ocupado el puesto durante cuatro campañas seguidas.
El argentino Mauricio Pellegrino fue el encargado de sustituir al preparador vasco pero en el mes de diciembre abandonó el cargo tras sucumbir frente a la Real Sociedad en Mestalla en Liga por 2-5. Su puesto lo ocupó entonces Ernesto Valverde que no quiso continuar en el club y dejó el mismo al término de la temporada 2012-2013.
El serbio Miroslav Djukic cogió las riendas del Valencia al inicio de la campaña 2013-2014 pero la irregular marcha del equipo precipitó su destitución a mitad de campaña.
El relevo de Djukic lo recogió el argentino Juan Antonio Pizzi, que pese a mejorar la imagen del equipo no consiguió clasificarlo para la Liga de Campeones.
Pizzi acabó aquella temporada pero no inició la siguiente ya que la campaña pasada – 2014-2015 – la arrancó el portugués Nuno Espirito Santo que ahora deja al equipo en manos, de manera provisional, de Phill Neville, a la espera de que el club anuncie al nuevo entrenador.
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