MADRID (Reuters) -
Ganase quien ganase, Madrid no iba a perder la oportunidad de vivir una noche de celebraciones.
Miles de aficionados del Real Madrid, coreando "¡Campeones!" y vestidos con las banderas blancas de su equipo, se echaron a las calles de la capital de España el sábado minutos después de vencer al máximo rival de la ciudad, el Atlético de Madrid, en la final de la máxima competición europea de clubes en Lisboa.
"Vamos a quedarnos hasta que lleguen los jugadores", dijo José, un consultor de 47 años ataviado con un gran gorro del Madrid, que salía de un bar de tapas cercano donde vio el partido y se dirigía a la fiesta.
Se esperaba que el Madrid volviese de Lisboa a partir de medianoche, pero la fiesta debería terminar como máximo a las 04.30 horas por la celebración de las elecciones al parlamento europeo.
Para los aficionados del Atlético, la derrota por 4-1 en la primera final de la Liga de Campeones entre dos equipos de la misma ciudad era especialmente difícil de digerir.
Después de celebrar su título de Liga por las calles de la capital hace una semana, el equipo, el equipo no pudo lograr la que sería su primera Copa de Europa ante su eterno rival.
Para empeorar la situación, el Atlético acarició el título hasta el tiempo añadido, cuando el gol de Sergio Ramos para el Madrid, que ponía el empate 1-1 en el marcador, les devolvió al partido forzando la prórroga.
"Fuimos masacrados después de estar tan cerca de ganar", dijo Camino López, una administrativa aficionada rojiblanca de 57 años, tras ver el partido con amigos en una pizzería del céntrico barrio de Lavapiés.
A pesar del disgusto para la afición de Atlético, que ahora tendrán que soportar una noche de ruidosa fiesta de los hinchas madridistas que no celebraban una victoria en Champions desde hace 12 años, la mayor parte de las bromas entre ambos bandos parecían bien intencionadas.
Los seguidores se mezclaban en los bares y algunos madridistas mostraban incluso simpatía por los derrotados".
"Fue una paliza excesiva... El 'Atleti' merecía un mejor resultado", dijo Manuel Burgos, un empresario de 57 años aficionado del Madrid desde siempre, que vio la final en la misma pizzería.
La policía colocaba vallas alrededor de la imagen neoclásica que preside la plaza de Cibeles desde poco después del final del partido, para canalizar la creciente multitud que se agolpaba en la zona donde horas más tarde la plantilla blanca celebraba la victoria con la afición.
Desde el escenario se pinchaba ya música a todo volumen y cada vez más aficionados bailaban en su camino hacia las colapsadas calles.
"Me siento contentísimo por ganar al Atlético de Madrid, encima remontarles el 1-0", dijo Joaquín, un aficionado de 27 años vestido con los colores de su club. "El Atlético fue un buen rival... Pero Madrid, ¡siempre!".
RCD
No hay comentarios:
Publicar un comentario