Bajo la eficaz batuta de Diego Simeone, el Atlético se clasificó el miércoles para la final de la Champions contra el Real Madrid al vencer en una remontada histórica por 3-1 al Chelsea en la última de una serie de actuaciones brillantes que han transformado al equipo madrileño.
Una victoria ante el Levante situaría al Atlético con 91 puntos y dos partidos pendientes de jugar mientras que una derrota del segundo clasificado, el Barça, ante el Getafe el sábado los dejaría atascados en 84 y acabaría con sus aspiraciones a conseguir su quinto título en seis años.
El equipo catalán recibirá al Atlético en la última jornada de la temporada.
Incluso si perdiese el domingo, el Real Madrid, tercero con 82 puntos y con un partido menos, aún podría empatar con el Atlético si ganan sus últimos tres partidos y sus rivales de la capital española pierden su dos últimos.
Sin embargo, el favorable tanteo del Atlético en los enfrentamientos directos permitiría al equipo colchonero sellar su primer título de Liga desde 1996.
El Real Madrid recibe al Valencia el domingo y jugará contra el Valladolid el miércoles.
El excapitán de Argentina Diego Simeone, que fue un miembro clave de aquel exitoso Atlético de 1996, cuando también ganó la Copa del Rey, parece haber contagiado su espíritu luchador a la plantilla.
A pesar de tener un equipo relativamente más débil frente a otros rivales mucho más ricos como el Barça y el Real Madrid y a un calendario extenuante, el Atlético ha mantenido las más altas expectativas en las competiciones nacional y europea.
"El equipo está sabiendo sufrir durante toda la temporada, no es el primer partido en el que empezamos perdiendo. Vamos a intentar ganar al Levante ya que es el próximo encuentro y el más importante por ahora", dijo tras el encuentro con el Chelsea el lateral izquierdo del Atlético, Filipe Luis.
Mientras que el Atlético y el Real Madrid trabajaban e las competiciones europeas, el Barça, eliminado por el Atlético en los cuartos de final de la Liga de Campeones, prepara en silencio su partido contra el Getafe todavía de luto por la muerte del exentrenador Tito Vilanova.
Vilanova fue el ayudante de Pep Guardiola durante cuatro años cargados de trofeos entre 2008 y 2012 antes de tomar el mando cuando Guardiola, ahora en el Bayern Munich, decidió tomarse un año sabático.
Con el diagnóstico de cáncer de garganta, Vilanova renunció después de una temporada en el cargo, cuando el Barça ganó la última Liga.
LUCHA POR LA SUPERVIVENCIA
Vilanova murió a los 45 años el pasado 25 de abril y los jugadores del Barça, varios de los cuales como Lionel Messi y Cesc Fábregas, lo conocían desde su adolescencia, quieren presionar al máximo para honrar su memoria luchando con el Atlético hasta el final de la Liga.
El uno de mayo se conmemora el 25 aniversario del partido en el que Guardiola y Vilanova, ambos productos de la cantera del club, debutaron como jugadores en el Barça con el entrenador Johan Cruyff en un amistoso contra el Banyoles.
El Getafe, con sede en Madrid, lucha por su supervivencia en la primera división a solo un punto de la zona de descenso.
El centrocampista Ángel Lafita confía en que el equipo madrileño pueda sacar algo del Camp Nou si creen en sí mismos.
"No hay que ser reacio a nada, porque nunca sabes dónde pueden estar los puntos de la salvación. Se puede ganar al Barcelona, pero hay que estar mentalizado y creer", dijo.
"He estado en circunstancias parecidas hace tres años con el Zaragoza. Teníamos 32 puntos, fuimos al Santiago Bernabéu y ganamos 2-3 al Real Madrid. Nadie daba un duro por nosotros y muchas veces es cuando más suelto juegas y más cosas intentas cosas, porque a priori nadie apuesta por ti y puedes dar la campanada".
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