La historia de los derbis demuestra que son imprevisibles, pero el guion de los últimos ante el Atlético de Madrid, sobre todo en el estadio Santiago Bernabéu, es caprichoso y se empeña en repetir siempre el mismo final desde 1999 para alegría de la afición blanca. No fue un partido vistoso, pero sí una importante inyección de moral para los locales, que aspiran a firmar un último mes del año con pleno de victorias. Cristiano Ronaldo, que firmó un partidazo, abrió el marcador con un golpe franco desde 35 metros que posiblemente será el gol de la jornada por importancia y belleza, mientras que Özil, tras una gran asistencia del luso, anotó el segundo y definitivo tanto. El Real Madrid sigue sin conocer la derrota esta temporada en casa y encadena un año invicto en Liga en el Bernabéu. Partidos como el de hoy invitan a pensar en que esta espectacular racha necesitará mucho tiempo en encontrar su final.
El Real Madrid comenzó diciembre con el primer derbi de la temporada en su estadio. Los blancos salieron de inicio dispuestos a demostrar que su condición de invictos esta temporada en casa la habían adquirido por méritos propios y los aficionados que abarrotaban el feudo blanco querían volver a ser determinantes en pos de la empresa. Presionando muy arriba y evitando una salida fácil de la defensa rival, cada balón dividido era una batalla a vida o muerte. Y el Bernabéu agradecía el esfuerzo de los suyos. Quizá por ello, en la primera jugada de peligro de los locales llegó el éxtasis a las gradas. Impresionante golazo de Cristiano Ronaldo desde 35 metros como mejor muestra de agradecimiento al constante aliento de los suyos. El portugués, que celebró como mejor sabe su reciente candidatura en la terna de elegidos para el Balón de Oro, colocó el balón con mimo y lanzó la falta de forma tan precisa que la estirada del espigado Courtois (1,95) no pudo evitar que llegase a la red a los 15’.
El partido ya estaba donde querían los madridistas. Con el marcador en franquía y un público entregado a la causa. Pese a que tenían la posibilidad de sorprender al contragolpe, posiblemente el mejor del mundo, no querían perder la referencia del esférico y su empeño por seguir siendo dominadores de un partido táctico como pocos era fehaciente en cada acción. No hubo muchas ocasiones antes de llegar al descanso. Una del Atlético que desbarató Casillas, haciendo gala de reflejos, tras el disparo de Falcao a los 13’ y otra de Cristiano Ronaldo, la segunda de los locales junto al gol, en la que el portugués puso en aprietos a Courtois después de rematar a los 36’ desde prácticamente medio campo.
Cristiano Ronaldo continuó con su recital en el segundo acto La segunda mitad siguió igual de trabada que la primera. Las faltas en el centro del campo eran constantes y los minutos directos de juego cada vez más escasos. Pese a todo, el Real Madrid fue el único de los contendientes que llegó al área rival en el primer cuarto de hora. Una combinación entre Özil y Benzema terminó con un centro-chut del francés que despejó Courtois a los 48’. Otra cabalgada del alemán finalizó en un disparo con la zurda de Cristiano Ronaldo que no encontró la portería visitante a los 54’ y un lanzamiento de falta del portugués obligó a emplearse a fondo al cancerbero belga a los 60’.
Fueron el preámbulo al segundo tanto de la noche, el que llevó la tranquilidad a las gradas del Bernabéu. La jugada la inicia Benzema, que cede de tacón a Cristiano Ronaldo. El portugués vuelve a buscar al francés, pero Godín adivina sus intenciones y corta el esférico. No fue un impedimento para el luso, que recuperó el esférico y asistió a Özil, que arregló su mal control inicial con la volea con la que llevó el balón a la red a los 65’. 2-0 y Cristiano Ronaldo estaba siendo decisivo: gol y asistencia en un partido para enmarcar.
La actuación del portugués, que fue el mejor del encuentro, no había terminado. A falta de 15 minutos para la conclusión estrelló en el larguero otro lanzamiento a balón parado tras una magistral jugada personal de Benzema que obligó a Miranda a derribar al galo en el borde del área. Cuatro minutos más tarde se encontró con el palo después de una magnífica asistencia de Özil, que quería devolver el favor del segundo tanto del encuentro al luso. No hubo tiempo para mucho más salvo la entrada del canterano José Rodríguez, que debutó en la Liga. El Real Madrid, que sigue sin conocer la derrota esta temporada en casa, encadena ya un año invicto en Liga en el Bernabéu. Partidos como el de hoy invitan a pensar en que esta espectacular racha necesitará mucho tiempo en encontrar su final.
Fuente:Real Madrid CF
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