El FC Barcelona firmó una agónica victoria ante el Celtic FC que le deja con un pie en los octavos de final de la UEFA Champions League. Lo hizo con muchísimo sufrimiento y en el último suspiro con un tanto de Jordi Alba ante un equipo escocés que mereció mejor suerte. Los azulgranas estuvieron sin ideas durante todo el encuentro y sólo un par de acciones inspiradas le dieron el triunfo.
Llegó el Celtic crecido al Camp Nou en pleno apogea de su aventura europea. El empate ante el SL Benfica y la victoria en Moscú le habían dejado con la segunda plaza del Grupo G y la moral por las nubes, algo que se notó durante todo el partido a juzgar por la convicción de su planteamiento. Entre que el Celtic marcó en su único acercamiento y que el Barça estuvo espeso de ideas, los escoceses se permitieron el lujo de mandar en el marcador durante media hora del primer tiempo, aunque todo ello era difícil de presagiar tras unos primeros compases de claro dominio azulgrana.
En el 15’ llegó una nueva ocasión, esta vez de estrategia a partir de un córner de Xavi Hernández que culminó
Bartra con un cabezazo que detuvo Fraser Foster. A reglón seguido llegó el tanto que inyectó una buena dosis de nervios al Camp Nou. El Celtic colocó un centro al corazón del área, donde Giorgos Samaras y Javier Mascherano acabaron por colocar el balón en el fondo de la red. Saltaba la sorpresa en el Camp Nou. El tanto hizo daño a un Barcelona sin ideas y sin espacios, incapaz de crear ocasiones de peligro ante un Celtic muy bien replegado atrás, con diez hombres por detrás del balón.
Sólo un par de lanzamientos de falta Lionel Messi y otro lejano de Adriano habían puesto en algún aprieto al Celtic, así que el empate tenía que llegar en un acto de inspiración. Y fue al borde del descanso, cuando Messi, Iniesta y Xavi combinaron a la velocidad de la luz para que el manchego firmase las tablas con un disparo raso dentro del área. El Barcelona salvaba el órdago antes del descanso con un tanto que le daba una cierta tranquilidad para afrontar el segundo tiempo.
Pero nada más lejos de la realidad. No sólo el Barcelona siguió con un fútbol muy lento y sin profundidad, sino que el Celtic dejó claro que vendería muy cara su derrota con otra clara ocasión a balón parado. Un cabezazo de Victor Wanyama estuvo muy cerca de colocar a su equipo otra vez por delante al poco de la reanudación. Además, algunas pérdidas azulgranas en la circulación dejaron al Celtic montando algunas contras que no supieron culminar.
Fue en el último tramo cuando el Barça empujó con más corazón que cabeza, con Cristian Tello y David Villa en el campo, el reloj apretando y los escoceses pagando un poco su esfuerzo físico. Fue entonces cuando el guardameta Foster se creció en portería y salvó a los suyos con un par de manos salvadoras a dos intentos de Messi. Incluso Villa estrelló un balón en el palo en el último suspiro. Tuvo que ser en el último suspiro cuando Jordi Alba apareciese en línea de gol para dar la victoria al Barça tras un centro de Adriano
.Fuente: Uefa
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