El Madrid se va de Rusia con un resultado que le sabe a poco tras dejar escapar la victoria en la última jugada del partido.
Regresó el Real Madrid CF a la UEFA Champions League y lo hizo con sabor agridulce. Se mostró eficaz y trabajador el equipo blanco durante todo el partido, y pareció encarrilar la eliminatoria con un tanto de Cristiano Ronaldo en la primera mitad. Pero el sueco Pontus Wernbloom apareció en la última jugada del choque para firmar el 1-1 y dar esperanzas al PFC CSKA Moskva de cara al choque de vuelta.
Con menos frío del previsto en el Estadio Luzhniki de la capital rusa, José Mourinho apostó finalmente por Fábio Coentrão en lugar de Marcelo y dio entrada en el once a José Callejón para ocupar el puesto del lesionado Ángel Di María. En cualquier caso un equipo de garantías que se encontró enfrente a un CSKA en el que Leonid Slutski dio entrada a varios de sus fichajes invernales como Ahmed Musa y Wernbloom.
A mil por hora arrancó el partido el conjunto local. Presión en todo el campo y mucha agresividad en los cortes para tratar de intimidar al Madrid y sobre todo para evitar el juego directo del equipo blanco. Esto motivó que la primera ocasión clara del choque fuera del CSKA. Un oportuno robo de balón de Georgi Schennikov permitió un centro desde la izquierda que Alan Dzagoev remató fuera. Por si fuera poco, al cuarto de hora Karim Benzema sufrió un pinchazo en la zona del adductor y Gonzalo Higuaín tuvo que sustituirle para ocupar la punta de ataque del Madrid.
Y al poco de entrar el argentino el Madrid trenzó su primera jugada de ataque, una jugada que tras varias paredes acabó en un remate de Higuaín que despejó Sergei Chepchugov a los pies de un Sami Khedira que no estuvo acertado en la segunda opción de remate. No se movió el marcador pero si se despertó el Madrid con esta primera llegada. Empezó a tener más el balón y el CSKA se vio obligado a retrasar su línea de presión de forma progresiva. Pese a ello la igualdad seguía siendo la nota dominante del partido a la espera de que algún detalle fuera capaz de romper el marcador. Y ese detalle, como no, lo puso Cristiano Ronaldo.
Un balón colgado sobre el área de Coentrão no pudo ser despejado con éxito por la zaga rusa y el balón le quedó franco al portugués delante de su pierna zurda. Disparo potente ajustado al segundo palo y 0-1 en el minuto 28. Ronaldo no perdona ni con frío ni con calor y el CSKA lo notó en sus propias carnes. No pudieron reaccionar antes del descanso los hombres de Slutski y tuvieron que aplazar el intento de remontada para el segundo acto.
Los mismos protagonistas que acabaron la primera iniciaron la segunda parte, pero el guión varió notablemente. El Madrid supo contener mejor en el inicio de la reanudación a su rival y en el minuto 50 pudo ampliar la ventaja con un remate de Callejón en el interior del área que no vio puerta. Musa y Seydou Doumbia intentaban tirar de su equipo con incorporaciones desde el centro del campo, pero la fragilidad defensiva del CSKA inclinaba la balanza del lado visitante.
Con el paso de los minutos el partido perdió pólvora. El juego se atenazó un poco con el descenso de la temperatura y el balón se mantenía cada vez más tiempo lejos de la áreas. Algunos disparos lejanos fue todo lo que arrojó el choque hasta los últimos 20 minutos. En ese punto el CSKA comprendió lo complicada que iba a estar la eliminatoria con un 0-1 en contra y la vuelta en Madrid y se volcó más en ataque. El recién entrado Sekou Oliseh y Dzagoev comandaban las operaciones ofensivas del “equipo del ejército”, aunque el sistema defensivo del Real Madrid respondía bien las acometidas rusas.
Kaká sustituyó a Callejón a falta de un cuarto de hora para el final y justo después de la entrada del brasileño Ronaldo tuvo en sus botas una clarísima ocasión para doblar la ventaja blanca. Un gran pase en profundidad le dejó sólo ante Chepchugov, pero en esta ocasión el portero ruso respondió a la perfección. Igual de bien que Iker Casillas tras una falta del japonés Keisuke Honda a falta de ocho minutos para el final.
En los últimos cinco minutos entró Raúl Albiol para dar más empaque defensivo al equipo español, pero una desgraciada última jugada iba a dar esperanza para la vuelta al CSKA de Moscú. Un balón al área de Dzagoev fue peinado por Aleksei Berezutski y al borde del área pequeña Wernbloom desató la euforia moscovita. La eliminatoria queda abierta y todo se decidirá en el Estadio Santiago Bernabéu el próximo 14 de marzo.
Regresó el Real Madrid CF a la UEFA Champions League y lo hizo con sabor agridulce. Se mostró eficaz y trabajador el equipo blanco durante todo el partido, y pareció encarrilar la eliminatoria con un tanto de Cristiano Ronaldo en la primera mitad. Pero el sueco Pontus Wernbloom apareció en la última jugada del choque para firmar el 1-1 y dar esperanzas al PFC CSKA Moskva de cara al choque de vuelta.
Con menos frío del previsto en el Estadio Luzhniki de la capital rusa, José Mourinho apostó finalmente por Fábio Coentrão en lugar de Marcelo y dio entrada en el once a José Callejón para ocupar el puesto del lesionado Ángel Di María. En cualquier caso un equipo de garantías que se encontró enfrente a un CSKA en el que Leonid Slutski dio entrada a varios de sus fichajes invernales como Ahmed Musa y Wernbloom.
A mil por hora arrancó el partido el conjunto local. Presión en todo el campo y mucha agresividad en los cortes para tratar de intimidar al Madrid y sobre todo para evitar el juego directo del equipo blanco. Esto motivó que la primera ocasión clara del choque fuera del CSKA. Un oportuno robo de balón de Georgi Schennikov permitió un centro desde la izquierda que Alan Dzagoev remató fuera. Por si fuera poco, al cuarto de hora Karim Benzema sufrió un pinchazo en la zona del adductor y Gonzalo Higuaín tuvo que sustituirle para ocupar la punta de ataque del Madrid.
Y al poco de entrar el argentino el Madrid trenzó su primera jugada de ataque, una jugada que tras varias paredes acabó en un remate de Higuaín que despejó Sergei Chepchugov a los pies de un Sami Khedira que no estuvo acertado en la segunda opción de remate. No se movió el marcador pero si se despertó el Madrid con esta primera llegada. Empezó a tener más el balón y el CSKA se vio obligado a retrasar su línea de presión de forma progresiva. Pese a ello la igualdad seguía siendo la nota dominante del partido a la espera de que algún detalle fuera capaz de romper el marcador. Y ese detalle, como no, lo puso Cristiano Ronaldo.
Un balón colgado sobre el área de Coentrão no pudo ser despejado con éxito por la zaga rusa y el balón le quedó franco al portugués delante de su pierna zurda. Disparo potente ajustado al segundo palo y 0-1 en el minuto 28. Ronaldo no perdona ni con frío ni con calor y el CSKA lo notó en sus propias carnes. No pudieron reaccionar antes del descanso los hombres de Slutski y tuvieron que aplazar el intento de remontada para el segundo acto.
Los mismos protagonistas que acabaron la primera iniciaron la segunda parte, pero el guión varió notablemente. El Madrid supo contener mejor en el inicio de la reanudación a su rival y en el minuto 50 pudo ampliar la ventaja con un remate de Callejón en el interior del área que no vio puerta. Musa y Seydou Doumbia intentaban tirar de su equipo con incorporaciones desde el centro del campo, pero la fragilidad defensiva del CSKA inclinaba la balanza del lado visitante.
Con el paso de los minutos el partido perdió pólvora. El juego se atenazó un poco con el descenso de la temperatura y el balón se mantenía cada vez más tiempo lejos de la áreas. Algunos disparos lejanos fue todo lo que arrojó el choque hasta los últimos 20 minutos. En ese punto el CSKA comprendió lo complicada que iba a estar la eliminatoria con un 0-1 en contra y la vuelta en Madrid y se volcó más en ataque. El recién entrado Sekou Oliseh y Dzagoev comandaban las operaciones ofensivas del “equipo del ejército”, aunque el sistema defensivo del Real Madrid respondía bien las acometidas rusas.
Kaká sustituyó a Callejón a falta de un cuarto de hora para el final y justo después de la entrada del brasileño Ronaldo tuvo en sus botas una clarísima ocasión para doblar la ventaja blanca. Un gran pase en profundidad le dejó sólo ante Chepchugov, pero en esta ocasión el portero ruso respondió a la perfección. Igual de bien que Iker Casillas tras una falta del japonés Keisuke Honda a falta de ocho minutos para el final.
En los últimos cinco minutos entró Raúl Albiol para dar más empaque defensivo al equipo español, pero una desgraciada última jugada iba a dar esperanza para la vuelta al CSKA de Moscú. Un balón al área de Dzagoev fue peinado por Aleksei Berezutski y al borde del área pequeña Wernbloom desató la euforia moscovita. La eliminatoria queda abierta y todo se decidirá en el Estadio Santiago Bernabéu el próximo 14 de marzo.
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